domingo, 20 de abril de 2014

CUESTIONES MORALES

CLAE  fue uno de los casos más recordados por todos los peruanos por convertirse en la mayor estafa  y la más recordada en las últimas décadas. Sin duda alguna, afectó a más de 200 mil personas y  se produjo en los años 90, rompiendo cuestiones éticas por parte de Carlos Manrique.

En el primer ejemplo,  apreciaremos, que si bien en sus inicios el CLAE no salió de su campo de acción, las ganancias que generaba por sus servicios de asesoría eran escasas o nulas, por lo que  a mediados del 1980 su fundador decide dar un giro y entra al negocio de la captación de dinero ofreciendo altos retornos.

En el primer gobierno de Alan García la inflación alcanzó niveles astronómicos, las tasas de interés estaban controladas y ahorrar en un banco significaba perder dinero porque el interés que se ofrecía siempre resultaba negativo en cualquier plazo. Esto fue clave para que el  CLAE de un paso más.
 
Las personas por lo normal y lo que se acostumbraba en esos días, era poner sus ganancias y hasta en algunos casos de toda la vida  como la de Sosimo Porras Raymundo, que puso toda su liquidación de 28 años de trabajo, casi 35 mil soles en el CLAE, y lo terminó perdiendo todo, y muchos casos más parecidos,  depositando así su dinero a cambio de altos retornos, pero como ya sabemos esto no se dio de ninguna manera.

Elaborado por: Paulo Escobar

El segundo ejemplo, sobre cuestiones morales, es sobre Carlos Manrique, líder del CLAE, que al comienzo daba el dinero correctamente, ofreciendo las altas tasas esperadas por los depósitos de las personas,  y todo parecía estar marchando por el camino indicado pero el tuvo que decidir de una manera indebida.
   
Los años  de brillo del  CLAE fueron entre 1989 y 1992, periodo en el que la empresa de Manrique ya no suscribía decenas de contratos por depósitos, sino miles hasta llegar a concentrar cientos de millones de dólares que representó en un momento el 40% de la liquidez del sistema financiero peruano.

La banca de esos tiempos no significaba una competencia para CLAE, pues la institución ofrecía un interés de 100% por los ahorros. Así jubilados, cesantes, miembros retirados de las fuerzas armadas y policiales, políticos, empresarios, artistas, futbolistas, empleados, obreros y hasta amas de casa vieron una oportunidad en la empresa de Manrique y metieron su dinero allí. CLAE tenía 20 locales a nivel nacional.

CLAE cumplía con el pago puntual de los intereses de los depósitos a través de letras o pagarés, lo que contribuyó a que se corra la voz entre el público sobre este “eficiente y beneficioso” sistema. Sin embargo, el nivel de ingresos y contratos fueron incrementándose tan rápido (captaba en promedio US$200 millones cada año), y llegó un momento en que los nuevos ahorros resultaban insuficientes para pagar los altos intereses a los anteriores depositantes.

Pese a que Manrique invertía el dinero de los claeístas en la bolsa, empresas o los prestaba a terceras personas, su institución no podía reunir las exorbitantes sumas para cancelar los pagarés de sus más de 200 mil inversionistas, su sistema de pirámide había colapsado.

Es por ello, y a pesar de que las cosas no estaban marchando como Manrique pensaba, tuvo que actuar empeorando así las cosas, y quedándose con el dinero de  miles de personas que hasta hoy , no reciben ni un solo sol por las acciones maliciosas de Carlos Manrique, es decir lo perdieron todo.


Elaborado por: Brisa Galdos 

No hay comentarios:

Publicar un comentario